Es cierto que un árbitro es un ser humano y como tal puede cometer errores. Sin embargo, cuando un jugador comete una falta grave se le sanciona con una tarjeta o incluso con uno o varios partidos sin jugar (esta vez son dos jugadores que tendrán que quedarse 15 fechas sin jugar y otros dos con 6), mientras que los árbitros rara vez son sancionados por importante que sea la naturaleza de su error.
El tema de las sanciones es otro de los puntos polémicos en el debate sobre las acciones arbitrales. Son muchos los que piensan que el hecho de no sufrir ninguna penalización por sus posibles fallos influye negativamente en la calidad de los arbitrajes, ya que los colegiados no se ven en la obligación de estar concentrados al 100% para evitar errores.
La respuesta de los árbitros a estas acusaciones se basa en la defensa de su profesionalidad. Cualquier trabajador plenamente consciente de su responsabilidad debe tratar siempre de llevarla a cabo de la forma más correcta posible por su propia conciencia, y no por la amenaza de las sanciones. También argumentan que el hecho de que el fútbol sea un deporte masivo hace que cualquier fallo sea duramente criticado en la calle y en los medios de comunicación, lo que supone suficiente castigo para el árbitro sin tener que recurrir a sanciones externas.
Desde ya esperamos que la autoridades del Torneo, los delegados de los distintos equipos, tomen en cuenta la posibilidad de sancionar con los mismos 15 partidos a la terna arbitral comandada por el Sr. Aguero que cometió un grosero error en el partido Atlético Banda Norte 1 - Megaflex 1 y que no dirijan durante el mismo tiempo en que los jugadores que incurrieron en el error de protestar la jugada no podran jugar.
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