Kayla Nadine Torres tiene ojos verdes, 85-60-90 de medidas y cabello castaño. La chica, de origen humilde y trabajador, tocó el cielo con las manos el día en que pudo empezar a colaborar en su casa. Actualmente , Carolina sigue ascendiendo en la pasarela del éxito profesional y social.
De Barrio Buena Vista, de allí provino, con madre ama de casa y descendiente de yugoslavos y padre lituano y de profesión mecánico, al igual que su hermano Diego, de 24 años, también mecánico, que -según Kayla- "debería ser modelo porque es un bombón, pero se niega. Dice que esto no es para él".
Kay, como la llaman sus íntimos, tiene todo lo necesario para ser una top y también muchas ganas de desplegar sus dotes de chica 10. Condiciones no le faltan: además de las físicas, es dueña de una fuerte personalidad.
Como tantas otras, empezó en esta profesión de modelo casi por casualidad. "Un conocido me recomendó a una persona que trabajaba en una agencia de modelos chica y fui. Empecé sin ninguna pretensión, a los 17 años, mientras terminaba el secundario, y a los dos meses hice mi primer comercial", cuenta. Muchos le decían que ella estaba para más.
"Me gusta salir a bailar y hacer deportes, generalmente con las chicas jugamos al fútbol y voy al arco. Mi preferido en el Atlético es, por supuesto, Maxi Bacci", dice mostrando su tatuaje.
"Me lo hice porque es mi ídolo, como arquero y como hombre", asegura.
Kayla asegura: “Soy una mujer tranquila pero tengo mi carácter, no me gusta que me pasen por encima”.
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